Implications on the oil palm agroindustry of the possible fumigation of coca crops with Fusarium oxysporum
Publicación:
Revista Palmas; Vol. 21 Núm. 4 (2000); 9-17
0121-2923
Revista Palmas; Vol. 21 Núm. 4 (2000); 9-17
0121-2923
Abstract
Los hongos del género Fusarium presentan una gran distribución en las zonas tropicales y templadas del mundo y la mayoría de sus especies son fitopatógenas. Una de las especies más abundantes y complejas por su gran variabilidad y poder de mutación es F. oxysporum la cual tiene identificada más de 100 formas especiales que afectan diversas plantas cultivadas. En el caso de la palma de aceite se tiene la marchitez vascular, ocasionada por F.o.f. sp. elaeidis, observada por primera vez en Nigeria en 1944 y después en otros países del África Occidental. En Suramérica se ha observado marchitez por Fusarium, aunque los informes de Surinam y Colombia no han sido confirmados, en Brasil se aisló e identificó el F. oxysporum hacia 1984. En Malasia, para evitar su introducción se tienen establecidos métodos muy estrictos de control mediante cuarentenas y procesos de descontaminación de polen y semillas. Estos hongos, de igual forma afectan la salud de personas inmunodeprimidas (con bajo nivel de defensas) y a diferentes grupos de animales por las toxinas del tipo Fumonisinas que liberan y que pueden actuar como carcinógenos potenciales. A comienzos de la década de 1960, se observó en Hawái el marchitamiento y la mortalidad de plantas de coca. Luego de pruebas de reconocimiento se determinó que el agente causante era una forma específica del Fusarium. Este mismo efecto se presentó en cultivos de coca en el Perú. Investigaciones posteriores en Estados Unidos encontraron que el hongo no era específico por cuanto atacaba otros cultivos como el tomate, el achiote y la papaya. A pesar de la falta de fundamentación científica y de la incertidumbre en sus efectos, se planteó la posibilidad de usarlo como micoherbicida en el control de los cultivos ilícitos de coca en Colombia, lo cual generó muchas expectativas y reacciones. Finalmente, debido a la presión de organizaciones, de gremios y de la comunidad en general, el Gobierno a través del Ministerio del Medio Ambiente asumió la posición de no permitir su uso por los graves riesgos para los diferentes ecosistemas y para las especies nativas y cultivadas como la palma de aceite y al hombre en general.
Los hongos del género Fusarium presentan una gran distribución en las zonas tropicales y templadas del mundo y la mayoría de sus especies son fitopatógenas. Una de las especies más abundantes y complejas por su gran variabilidad y poder de mutación es F. oxysporum la cual tiene identificada más de 100 formas especiales que afectan diversas plantas cultivadas. En el caso de la palma de aceite se tiene la marchitez vascular, ocasionada por F.o.f. sp. elaeidis, observada por primera vez en Nigeria en 1944 y después en otros países del África Occidental. En Suramérica se ha observado marchitez por Fusarium, aunque los informes de Surinam y Colombia no han sido confirmados, en Brasil se aisló e identificó el F. oxysporum hacia 1984. En Malasia, para evitar su introducción se tienen establecidos métodos muy estrictos de control mediante cuarentenas y procesos de descontaminación de polen y semillas. Estos hongos, de igual forma afectan la salud de personas inmunodeprimidas (con bajo nivel de defensas) y a diferentes grupos de animales por las toxinas del tipo Fumonisinas que liberan y que pueden actuar como carcinógenos potenciales. A comienzos de la década de 1960, se observó en Hawái el marchitamiento y la mortalidad de plantas de coca. Luego de pruebas de reconocimiento se determinó que el agente causante era una forma específica del Fusarium. Este mismo efecto se presentó en cultivos de coca en el Perú. Investigaciones posteriores en Estados Unidos encontraron que el hongo no era específico por cuanto atacaba otros cultivos como el tomate, el achiote y la papaya. A pesar de la falta de fundamentación científica y de la incertidumbre en sus efectos, se planteó la posibilidad de usarlo como micoherbicida en el control de los cultivos ilícitos de coca en Colombia, lo cual generó muchas expectativas y reacciones. Finalmente, debido a la presión de organizaciones, de gremios y de la comunidad en general, el Gobierno a través del Ministerio del Medio Ambiente asumió la posición de no permitir su uso por los graves riesgos para los diferentes ecosistemas y para las especies nativas y cultivadas como la palma de aceite y al hombre en general.
Palabras clave:
palma de aceite
elaeis guineensis
fusarium oxysporum
impacto ambiental
marchitez vascular
cultivos ilícitos
erradicación
sustancias tóxicas
palma de aceite
elaeis guineensis
fusarium oxysporum
impacto ambiental
marchitez vascular
cultivos ilícitos
erradicación
sustancias tóxicas