Abstract
In the afternoon of March 11, 2020, the World Health Organization Director-General, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informed the world that the COVID-19 coronavirus outbreak was growing exponentially outside of China. At the time, there were 118 thousand confirmed cases in 114 countries, with 4,291 people dying to the virus. The outbreak was declared a pandemic. As of June 11, there were 7,343,562 confirmed cases and over 416 thousand deaths worldwide. Crises lead humanity to focus on what is vital and return to its roots and essence. By closing their doors due to the rapid transmission of the virus, all governments in unison looked inward, and life and health were once again at the center of existence, hand in hand with food security. The agricultural sector regained its importance and its actual strategic value.El 11 de marzo de 2020, en horas de la tarde, el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, le informó al mundo que el contagio del coronavirus, COVID-19, había aumentado exponencialmente por fuera de China. En ese momento estaba presente en 114 países con 118 mil casos reportados y 4.291 personas fallecidas, por lo tanto, se declaró pandemia. A 11 de junio se contaba con 7.343.562 casos reportados y más de 416 mil muertos en el mundo. Las crisis llevan al ser humano a centrarse en lo importante, a regresar al origen, a lo esencial. Todos los gobiernos al unísono, al cerrar las puertas por la rápida transmisión del virus, miraron hacia dentro, y si bien, la vida y la salud volvieron a ser el centro de la existencia, a la par estuvo la seguridad alimentaria. El sector agropecuario recobró su importancia, su verdadero valor estratégico.