Abstract
Cuando Jens Mesa Dishington aceptó la Presidencia Ejecutiva  de  Fedepalma, en  1989, había mucho por hacer y trabajar, pues se estaba en medio de una crisis fitosanitaria en los Llanos Orientales y se tenía un gran desconocimiento de su causa, tratamiento o solución; existían algunos excedentes de aceite de palma en el mercado local sin un receptor claro, donde la exportación no  se  conocía y no se  veía viable; había una institucionalidad gremial con muy pocas capacidades y; además,  se hacían cambios  drásticos del entorno del negocio que iba de una economía cerrada y protegida a una abierta y sin apoyo. De igual forma, en el sector había palmicultores que se comportaban como competidores, más que  como colegas; una  falta de entendimiento entre palmeros no integrados versus los integrados; y un escenario muy pesimista para todos, en el que la consigna era: ¡Sálvese quien pueda! Pero, después de más de tres décadas, el paisaje es diferente y Jens Mesa Dishington entrega uno de los gremios más fortalecidos de Colombia en este momento, ¿cómo fue el camino para llegar acá? Estos son sus hitos y realizaciones.