Abstract
Durante muchos años, la nutrición se ha basado en la “cultura de la dieta”, enfocada en promover la pérdida de peso por medio del consumo de alimentos de baja densidad energética, contar calorías e incluso restringir la ingesta alimentaria. Sin embargo, esto no es sostenible a largo plazo, pues se ha comprobado su relación con el riesgo de generar trastornos en la alimentación. Recientemente se viene hablando más acerca de llevar un estilo de vida saludable y equilibrado, aunado a una alimentación apropiada y consciente, entendiendo la importancia de incluir en nuestra dieta todos los grupos de alimentos para el buen funcionamiento del organismo. A lo largo del tiempo, la ciencia ha demostrado que el consumo adecuado de los macro y micronutrientes de acuerdo con los requerimientos, son necesarios para la buena salud. Sugerimos no agrupar el alimento como un todo, sino revisar cada uno de los componentes y como interactúan entre sí, verlos como una matriz, como es el caso de las grasas saturadas que se ha comprobado presentan un impacto diferente sobre la salud.